Filósofos no Naturalistas

Los filósofos no naturalistas, como Pitágoras, Zoroastro y Parménides, nos invitan a reflexionar sobre la existencia de realidades abstractas, trascendentales o no empíricas. Sus ideas, aunque a veces desafiantes, han enriquecido el pensamiento filosófico y nos han brindado nuevas perspectivas sobre el universo, la naturaleza del ser y el papel de la humanidad. Entre sus principales exponentes me gustaría hablar de los siguientes:

Pitágoras (570 a.C. - 495 a.C.):

  • Matemáticas como base del universo: Pitágoras, reconocido por su teorema, creía que las matemáticas eran el lenguaje del universo. Afirmaba que los números y las relaciones matemáticas poseían una realidad propia, independiente del mundo material.
  • Armonía y orden cósmico: El cosmos, para Pitágoras, era una expresión de la armonía y el orden matemáticos. Las relaciones numéricas se reflejaban en la música, la astronomía y la geometría, creando un universo bello y organizado.
  • Alma inmortal y reencarnación: Pitágoras sostenía que el alma era inmortal y pasaba por sucesivas reencarnaciones en diferentes cuerpos. La búsqueda del conocimiento y la purificación del alma eran claves para alcanzar un estado superior de existencia.



Zoroastro (628 a.C. - 551 a.C.):

  • Dualismo cósmico: El zoroastrismo se basa en la lucha entre dos fuerzas opuestas: Ahura Mazda (el bien) y Angra Mainyu (el mal). La humanidad tiene libre albedrío para elegir entre seguir uno u otro camino.
  • Ética y responsabilidad individual: La vida humana, según Zoroastro, tiene un propósito moral. Cada persona es responsable de sus actos y debe esforzarse por seguir el camino del bien, la verdad y la justicia.
  • Justicia divina y recompensa final: Al final de los tiempos, habrá un juicio divino donde los justos serán recompensados en el paraíso y los malvados castigados en el infierno.


Parménides (515 a.C. - 450 a.C.):

  • El ser como único real: Parménides afirmaba que solo el ser existe de manera real. El no-ser es imposible e incomprensible. El cambio, el movimiento y la multiplicidad son solo ilusiones de nuestros sentidos.
  • Inmutabilidad y eternidad del ser: El ser es inmutable, eterno e indivisible. No tiene principio ni fin, ni está sujeto al cambio o la corrupción.
  • Lógica y razonamiento deductivo: Parménides fue pionero en el uso de la lógica y el razonamiento deductivo para analizar el mundo. Su pensamiento sentó las bases para la metafísica occidental.



Más allá de estos tres ejemplos, el no naturalismo abarca una gran diversidad de corrientes y pensadores. Desde las ideas platónicas sobre las Formas perfectas hasta las reflexiones existencialistas sobre la libertad y la responsabilidad, el no naturalismo continúa explorando los límites del conocimiento y la naturaleza de la realidad.

Es importante recordar que el naturalismo y el no naturalismo no son necesariamente excluyentes. Muchos filósofos han integrado elementos de ambas corrientes en sus sistemas de pensamiento, buscando una comprensión más completa del mundo y nuestro lugar en él.

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